La gran apuesta para este año de los presupuestos que A Illa aprobó hace algunas semanas era un plan de empleo en el que el organismo local quería invertir una partida de 40.000 euros. El servicio de orientación laboral había ya comenzado a trabajar sondeando la opinión y las necesidades de los empresarios, con el fin de definir las medidas más adecuadas para incentivar la contratación de personas del municipio en situación de desempleo. Sin embargo, este proyecto acaba de recibir un importante varapalo, puesto que la Xunta de Galicia ha denegado al Concello de A Illa el servicio de orientación laboral que desde el 2007 había financiado de forma continuada.
El alcalde isleño, Manuel Vázquez, expresaba ayer el profundo «malestar» de su equipo de gobierno por esta decisión, sobre todo porque, en un momento en el que el desempleo es el principal problema, «os feitos demostran que a preocupación de Feijoo non é esa».
El regidor argumenta que A Illa es el único municipio que puso en marcha un plan de empleo y que la orientadora laboral era un pilar importante en ese empeño. Además, el Concello había enviado escritos a la Diputación y a la Consellería de Traballo con el fin de solicitar su apoyo para ese proyecto, pero «en lugar de axudar, a orientadora laboral que nos deran na época do bipartito, quitáronnola». El enfado de Manuel Vázquez se agudiza porque sospecha que el que él dirige será el único concello de la comarca que se quede a partir de hoy mismo sin ese servicio. El argumento de la Xunta, según explica el alcalde, es que «hai que ter máis de 500 parados». A Illa tenía, a 31 de diciembre, 403.
Doble castigo
Así las cosas, el Concello isleño ha intentado contratar este personal con fondos propios, pero «coas medidas contra o déficit tampouco se pode contratar temporalmente aínda que teñas capacidade», de manera que, en opinión del regidor, «ás administracións que cumprimos castígannos dobremente».
En todo caso, en A Illa están decididos a intentar que esa plaza se reponga. Si no hay personal, «tocarános traballar máis a Fátima e a min», dice refiriéndose a la concejala de Emprego, Fátima Rivas.
El servicio de orientación que funciona desde el año 2007 atendió en el último año a 592 personas. Además, solicitó la implantación de una máquina de sellado de tarjetas para que los usuarios no tengan que desplazarse, tramitó la calificación de tres iniciativas locales de empleo, organizó cursos, informó a los emprendedores sobre ayudas, solicitó los dos últimos talleres de empleo, que no fueron concedidos, elaboró currículos a las personas que no sabían confeccionarlos y tramitó distintas subvenciones, entre otras cosas.
Además, la orientadora laboral atendía también a vecinos de Pontecesures que no disponían de este servicio en su municipio y que acudían a A Illa. Ahora Cesures y Catoira prevén presentar un proyecto conjunto con el fin de que se conceda un contrato compartido entre los dos.
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